Viaje a Alemania (3): PAGANFEST 2010, crónica y fotos

Un par de transbordos en metro separaban nuestro "hotel" de la sala donde tendría lugar el concierto, que se traducían en casi 10 kilómetros de trayecto sobre railes. A tomar por culo, vaya. La parada de Hedelfingenstrasse quedaba a dos calles del lugar de destino, por lo que nos apeamos del vehículo para casi despegarnos del suelo debido al viento, acompañado de nieve, que soplaba en ese momento. Las camisetas y chaquetas negras de unos alemanes que se bajaron a la vez que nosotros nos confirmaron el hecho de que estábamos cerca.



Tras atravesar una gasolinera fuimos a parar a un aparcamiento en donde pudimos divisar brevemente como algunos jóvenes de largos cabellos llegaban al volante de sus coches, y digo brevemente porque corríamos en busca de refugio para la nieve, que de posarse en los abrigos podía llegar a empaparlos como si de lluvia se tratase. Giramos un par de esquinas y... Voila! ahí estaba, la puerta de la LKA Longhorn, infestada de metalheads teutones que parecían apilarse en torno a la entrada. Al llegar a España averigüé que dos días antes colgaron el cartel de SOLD OUT, cosa que explicó el ingente gentío, valga la redundancia.

Durante la espera, unos muchachos se nos acercaron a preguntar si les vendíamos las entradas, de lo que se disculparon avergonzados al confesarles nuestra nacionalidad, lo que además provocó que los alemanes de nuestro alrededor cuchichearan en su idioma. De poco me sirvió el año que estuve asistiendo al curso de libre configuración de la universidad, pero me pareció suficiente al poder apreciar cómo uno de ellos incluía en la misma frase las palabras "kommen"(venir) y "Spanien"(España), así que de nosotros estaban hablando seguro xD.


Desde germanos en mangas de camisa hasta norte-africanos con el pantalón del pijama por debajo de los vaqueros: en medio de esos extremos estaba Michael, un amigo que nos echamos mientras aguardábamos a que cedieran las cerraduras, que no necesitaba más que su sudadera de Varg para resguardarse del frío. Al igual que todos los allí presentes, era portador de una entrada supermolona a todo color, con los logos de todas las bandas que tocaban (no la mierda que me enviaron a mí los de metaltix), incluyendo a los dos invitados que se unían a la fiesta esa noche: Alestorm y Equilibrium, estos últimos sustituidos oficialmente por Svartsot hacía una semana.

Por fin se abrieron las puertas. La gente se aproximaba cuanto podía al escenario mientras que Vicky y yo dejábamos un momento sólo a Michael para confiar nuestros abrigos al guardarropa. Al pasar por el puesto de camisetas vimos un cartel pegado que anunciaba la venta del merchandising del tour a partir de las séis de la tarde.

De ahí nos trasladamos a la barra a pedir una cerveza (Dinkelacker creo que era) para acto seguido adentrarnos a ver lo que quedaba de Svartsot, de los cuales he de decir que no estuvieron mal, pero no dejaban de ser los sustitutos de Equilibrium, una de las tres bandas cuyos directos, para mí, son lo único que me queda por presenciar en la vida para morir tranquilo. Otra de esos tres grupos es Eluveitie, por lo que esa noche mi existencia hubiera perdido dos tercios de su sentido de no ser porque "Helge (cantante), Manu (baterista) y Equilibrium decidieron seguir por diferentes caminos".


Es como si tus padres se divorciasen y tu padre se echara una novia que es super amable y super buena contigo. Del mismo modo que esa mujer, por mucho que se esfuerce, va a seguir sin ser tu madre, Svartsot, por muy bien que estuvieran, por mucho que se esforzasen, para mí siguieron siendo tan solo los sustitutos de Equilibrium; aunque recuerdo pensar todo esto mientras tocaban "Æthelred" (después me he documentado xD).

Al terminar dieron paso a Arkona, que salieron a escena al ritmo de una canción desconocida para mí, ya que lo único que había escuchado de ellos era lo que tenían colgado en su myspace. Lo que nunca olvidaré será la increíble voz de Masha (que guarda cierto parecido con la actriz que hace de Olivia Dunham en Fringe): tan pronto estaba entonando cantos folklóricos como escupía estrofas enteras con voz gutural a la misma velocidad que el doble bombo.


Ejemplo de ello es la enérgica "Yarilo", canción que quedó grabada a fuego en mi memoria, así como "Nevidal", con sus coros "finntrollianos"; o el que parece ser su himno "Ot serdca k nebu". Sentí mucho no haberles dado antes una oportunidad, porque ahora que los he visto me da rabia no haberlos podido disfrutar en calidad de fan.

Se acercaban las 18:00, y no habíamos viajado hasta Stuttgart para irnos de allí sin la camiseta oficial del Paganfest. Nos apoyamos tras el improvisado mostrador del puesto de merchandising, aguardando el momento en que las novias de los miembros de no-sabemos-qué-grupo-concretamente colocasen las prendas sobre la pared que haría las veces de escaparate. La cosa iba para largo, así que le aconsejé a nuestro nuevo amigo Michael que tirase a ver a Varg (que según me dijo era una de las bandas que para él justificaban el precio de la entrada), y que podíamos quedar en la puerta de los baños cuando terminasen.

Nosotros los escuchamos y oteamos las siluetas de los músicos desde el puesto de camisetas, con algún que otro obstáculo que estorbaba a la vista [foto de abajo]. Identifiqué el tema de apertura como "Viel Feind Viel Ehr" por ser también el primero en sonar en su última obra de estudio, "Blutaar", del cual también tocaron la canción homónima, que empieza con un riff al puro estilo Amon Amarth, que es otra de las razones por las que me acuerdo ya que con estos me pasaba lo mismo que con Arkona (que no los conocía tanto como desearía).

Además iban con el cuerpo pintado con los colores de la camiseta del Milán, igual que cierto combo finlandés de temática similar, algo que en un principio me pareció una falta de originalidad intolerable, pero que luego fui asimilando, e incluso admirando (hay que tener huevos para permitir que parte de de la personalidad del grupo recaiga en algo de lo que un día te puedes cansar de llevar encima, y si no prestad atención al corto e infructuoso periodo en que los KISS se dejaron de maquillar).

Mientras tanto, las inexperimentadas dependientas tardaron cerca de una hora en aclararse y organizar todo el material de las cajas que parecían arrastrar durante toda la gira, dando lugar a que terminasen los imitadores de Turisas (físicamente al menos) y que no pudiésemos reunirnos con nuestro querido colega teutón. Por suerte terminaron desembalando las XL y el folio que predicaba la oferta de T SHIRT + FLAG = 20€. Mereció la pena esperar :)

En un alarde de previsión, salimos triunfantes de la cola de las camisetas para ponernos al final de otra, la de la comida, que era considerablemente más larga, ancha y densa. Tanto que tuvimos que ver desde allí el show de los Dornenreich al completo, un grupo que, la verdad, no me llamó demasiado la atención ni me pareció lógico que tres tíos (uno a la guitarra y al micrófono, otro a la batería y otro al violín) tuvieran derecho a ser los terceros cabezas de cartel de la gira por la que me había desplazado desde Murcia.

Sólo podía pensar que la cola avanzaba demasiado despacio. Tenía hambre, y empecé a impacientarme cuando vi que acababan los Dornenreich y el cantante de Alestorm salía a hacer pruebas de sonido, lo que me hizo reflexionar: estaba dispuesto a perderme a los piratas con tal de saciar mi apetito, pero a falta de quince minutos para que concluyeran tenía que adentrarme entre el público y encontrar una posición aventajada desde la que poder gozar de Eluveitie, sin distracciones que entorpeciesen mi camino.

Afortunadamente dió tiempo a que unas inmensas patatas y un último y generoso Currywurst dotaran de sabor a la actuación de unos Alestorm que han mejorado mucho desde que los viera en el Wacken de 2008. Se nota que han visto mundo y se han rodeado de los mejores: no en vano figuraban también en el cartel del Paganfest del año pasado. Aún estábamos en la cola cuando abrieron con "The Quest", dando comienzo a un concierto en el que repasarían sus dos únicos discos.

Del segundo oímos cosas como "That Famous Ol' Spiced", "Leviathan" o la instrumental "No Quarter", mientras que de sus propios "clásicos" distinguimos "Wenches and Mead" y la balada "Nancy The Tavern Wench", entre otras. Cuando nos sirvieron la comida, cenamos rápidamente al son de la fiestera "Keelhauled", y todavía con el último bocado atravesándonos el gaznate nos abrimos paso hasta llegar a la parte central de la sala, que parecía haber sido despejada para que pasásemos... Me faltó tiempo para correr en la dirección opuesta al deducir que quizás se tratase del wall of death de "Over The Seas", y visto que seguimos vivos, deduje bien.


Ya a salvo nos paramos a presenciar la espectacular traca final. "Captain Morgan's Revenge" precedió a la última, la versión metalosa de "Wolves Of The Sea", (interpretada en Eurovisión de 2008 por el grupo letón Pirates Of The Sea), durante la cual subieron a siete u ocho espectadores al escenario para que animasen al resto de la audiencia, incluido un niño pequeño que hizo los cuernos con sus manos y ayudó a cerrar entre coros y vítores el show de los ya experimentados escoceses.

Un cuarto de hora. Eso es lo que faltaba para que dieran comienzo los 60 minutos culminantes de nuestra efímera (aunque gratificante) visita a Alemania. Una columna situada a dos metros de la valla de la primera fila me sirvió para apoyar la espalda a la vez nos resguardaba de los crowd surfers que vendrían desde atrás, ya que por lo visto no es algo exclusivo de los festivales veraniegos el levantar y mantener en el aire a germanos de 90 kilos.


"Si Eluveitie no viene a España, Skerikia Koli irá a Eluveitie" pensé cuando ví anunciado por vez primera el cartel de este Paganfest 2010, y ahora estábamos viendo como los pipas colgaban detrás de la batería el telón gigante con la portada de "Everything Remains..." mientras que se oía a Anna hacer las pruebas de sonido entonando con la zanfoña la famosa melodía de Star Wars. Hicieron falta un par de arreglos más para que, POR FIN, empezara a sonar la épica intro "Otherworld" a medida que iban saliendo a escena los miembros del combo suizo.

Un riff ahogado anunció el comienzo de la nueva "Kingdom Come Undone". A mi parecer una entrada un poco arriesgada, pero que consagró al grupo una vez que pasaron los diez primeros segundos y empezase la tralla. Faltaba volumen en la voz, cosa que no solucionaron en "Thousandfold", la siguiente elegida, un tema que instrumentamente estuvo impecable, como la anterior; sin embargo Chrigel (cantante y multi-instrumentista), hacía señas de que subieran un poco el volumen de su micro a la vez que intentaba mantener los ojos dentro de sus órbitas, señal de su esfuerzo por ser oído. Todo esto no fue razón para que no se me pusieran los pelos como escarpias ¡¡ERAN ELUVEITIE!! ¡¡POR FIN!! motivo suficiente como para haber sufrido una implacable erección, que se vió más que justificada cuando arreglaron el sonido de cara al comienzo de la orgásmica "Gray Sublime Archon", primera canción con la que recordaron Slania.


Le siguieron "Inis Mona" y la cañera "Bloodstained Ground". En la pausa que hicieron antes de la siguiente, Anna se puso delante de un micrófono para cantar a dúo con Chrigel en "Slania's Song" y tener su momento de gloria como cantante solista durante "Omnos", la única canción que tocaron de su disco acústico.

Tampoco se apartó mucho de ese sitio para acompañar con voz y zanfoña durante "Quoth The Raven". Tres temas que podrían tacharse de lentos, por lo que el frontman pidió a los asistentes (en alemán por supuesto) que recibieran con un enorme circle pit a "Nil", una de las más cañeras del nuevo disco; mientras que para "(Do)minion" (otra que tal baila) convocó un wall of death, que se cerró cuan cremallera nada más sonar los blast beasts iniciales.

Y pensar que hay bandas de tres integrantes a las que les cuesta hacer coordinarse... Eluveitie son ocho músicos y están perfectamente sincronizados: cuando otros graban samplers y se esconden detrás del escenario para pulsar el play, estos suizos llevan a todo el equipo consigo. ¿Habilidad? recuerdo que tienen a gente que toca el violín, la gaita, la bandurria, la flauta, la zanfoña... ¿Alguien sabía lo que era una zanfoña antes de leer esto?


No es la típica gente con la que te encuentras en un bar y decides montar un grupo: a algunos de estos los han sacado de conservatorios (a Anna la reclutaron sin tener siquiera la mayoría de edad) Además se esfuerzan por mostrar en directo todos los estilos que abarca su música, desde la canción más folk hasta las más death, la más "gotemburguesa", lo cual conforma un sonido contundente y actual, dos términos que rara vez van de la mano. ¡¡Es que me encantan joder!!

En ese momento odié haberme leído tantas crónicas de sus conciertos, pues sabía que la versión de "Andro" vaticinaba el final del show. Fue también la elegida para referenciar fugazmente a "Spirit", su primer álbum, al que también pertenece "Tegernakô", la canción con la que estallé en un desconsolado y nada masculino llanto de emoción, símbolo de las fuerzas que había empleado en llegar, por fin, hasta uno de mis grupos favoritos, que al igual que todos los demás pecaban de ser muy escurridizos e hispanofóbicos.


Cuando dejaron sus instrumentos despidieron al espectante lanzando al aire sus púas y baquetas con la outro "The Liminal Passage" de fondo, dando por concluido un concierto espléndido (¡¡grandioso!!), cuya única contrariedad fue que finalizara.

Setlist:

Otherworld
Kingdom Come Undone
Thousandfold
Gray Sublime Archon
Inis Mona
Bloodstained Ground
Slania's Song
Omnos
Quoth The Raven
Nil
(Do)minion
Andro
Tegernakô
The Liminal Passage

Sin recuperarnos todavía del shock, las luces se apagaron y de los altavoces emergió la épica intro "Blodmarsch". Uno a uno fueron saliendo los miembros de Finntroll, interpretando unas pocas notas que más tarde acompañaría el recién aparecido Vreth con sus siniestras carcajadas y dar comienzo así al pesado riff inicial de "Dråp". El juego de iluminación por su parte ambientaba con un constante color verde la música de los finlandeses.


Enlazaron el final de "Dråp" con el principio de "Slaget vid Blodsälv", la que también encadenaron a "Skogens Hämnd"... Una detrás de otra, sin interrupción. Hicieron un amago de saludo antes de presentar "Aldhissla", en la que la gente ya estaba flotando por encima de otra gente... Pero, si el crowd surfing era una constante en los conciertos alemanes, ¿lo era también la gente disfrazada?


Al parecer, la respuesta es SÍ. Los colonos americanos y el descerebrado vestido de vaca así lo demuestran. Podemos deducir entonces que el delirio es algo común en estos eventos, y más si los artistas escogen deleitarnos con "Kitteldags", tema cuyos extraños sonidos recuerdan a cualquier película en donde salgan brujas elaborando humeantes pociones en un enorme caldero negro... En fin, cosas mías xD

Homenajearon su ya clásico Midnattens Widunder de la mano de "Svartberg", así como el Ur Jordens Djup, del que tan solo extrajeron "Nedgång". Y tras celebrar la esperada "Trollhammaren" saltando y bailando con los también entusiasmados germanos, nos alejamos a pedirnos la última cerveza y a disfrutar del tercio final del concierto desde una parte de la sala que se encontraba ligeramente más elevada que el resto.

Desde allí coreamos, entre otras, "Fiskaren Fiende" y esa con la que empieza Nifelvind y tiene un principio tan blacker... "Solsagan" (no veáis lo que cuesta acordarse de canciones con nombres en sueco). Fuimos precavidos y nos acercamos al guardarropa antes de que la horda de metalheads tomara la salida, por lo que no pudimos ver, pero sí oir la despedida, llevada a cabo con "Rivfader"(otra referencia a su primer disco), cerrando así con broche de oro una velada llena de buena música, un ambiente inigualable, y en la que alcancé uno de los sueños que hasta entonces consideraba más inalcanzables.



Setlist:


Blodmarsch
Dråp
Slaget vid Blodsälv
Skogens Hämnd
Aldhissla
Kitteldags
Svartberg
Nedgång
Nattfodd
Trollhammaren
Under Bergets Rot
Fiskarens Fiende
Solsagan
Jaktens Tid
Rivfader


De nuevo eran dos transbordos en metro lo que nos separaba de nuestro "hotel", mas esta vez se encontraban totalmente abarrotados por los otros asistentes al concierto. El desembarco en la estación central de Stuttgart fue algo ÉPICO. Parecía haber sido liberada una pequeña parte de Wacken en medio del ajetreo cotidiano de la capital: la gente gritaba cosas en idiomas extraños (llegó a oirse algún "Wacköööön!!!!!"), eructaba, hacía estupideces... Pero con gente extrañada alrededor, sin saber de que piso del infierno habían salido esos lunáticos alborotadores. Las caras no tuvieron desperdicio xD


Cuando llegamos al hostal hicimos un simulacro de maleta de cara a la mañana siguiente, en la que tendríamos que recorrer medio estado federal para llegar al aeropuerto de Baden. Lo normal hubiera sido estar de los nervios, pero esa noche dormí como un bebé :)



Pronto, el epílogo.

1 comentario:

FranU dijo...

Felicitaciones Dani, muy buena tu crónica