"Espejismo" (Silo #1), de Hugh Howey


En el mundo creado por Hugh Howey la gente vive en un rascacielos enterrado en la tierra al que llaman “silo”. Cada piso desempeña una función crucial en el funcionamiento del mismo (cafetería, guardería, granjas hidropónicas, suministros, mecánica…) sin la cual el orden establecido se vendría abajo. Todos ellos se encuentran comunicados con los demás por medio de una escalera metálica en espiral que atraviesa el silo de arriba abajo. 

Cuando el autor nos lleva de la mano por la gigantesca estructura, podemos apreciar cómo los estratos sociales coincidirían prácticamente con los estratos terrestres, literalmente. En los pisos superiores se encuentran los apoderados, y en las profundidades de la tierra, los obreros. Para los habitantes, un “viaje” significa subir o bajar peldaños, y una vez en su piso de destino pueden apreciar diferencias culturales como las que podría haber entre una ciudad que está a 200 km de la otra. 

Todos viven sin poder aludir o cuestionar libremente el propio origen del lugar en el que viven, que no es sino el efecto de las condiciones que se dan fuera de él. En el exterior, el aire es tóxico, y la meteorología, extrema. En el piso más alto tienen una pantalla que retransmite en directo una imagen de la llanura por la que se accede al complejo (en la superficie),  la cual está sembrada con los cadáveres de aquellos que han sido condenados a “limpiar”…



Y paro que estoy diciendo demasiado. El libro se estructura en cinco relatos (ordenados cronológicamente según fueron publicados en amazon, de manera independiente), y cada cual supera al anterior en duración y complejidad, pues cada vez vamos viendo más puntos de vista de los hechos, y vemos como se amplía el universo en el que tienen lugar.

A mí personalmente me ha gustado tanto que una vez retomé la lectura, casi no pude soltarlo. Tiene algunos pasajes en los que parece que te estás ahogando al leértelos, y los numerosos cliffhangers del final de los capítulos hacen imposible cualquier pausa. Al final se atan algunos cabos y otros se dejan sueltos para que las secuelas (espero) concluyan lo emprendido con esta genial novela.

"La vieja guardia" (Fuerzas de Defensa Coloniales #1), de John Scalzi



Este libro va de un hombre que cuando cumple 75 años hace dos cosas: visitar la tumba de su mujer y enrolarse en el ejército. Pero si es un viejo lleno de ruina y miseria, ¿qué hace ahora metiéndose en ese berenjenal? 

La respuesta no la sabe ni él. En la novela los ancianos tienen la opción de defender el planeta antes que morirse de asco y pena en la tierra. Lo que no saben es cómo. Lo único que saben es que el ejército colonial terrestre posee una tecnología mucho más avanzada que la que se permite utilizar por la población civil. Tanto es así que el centro de reclutamiento se encuentra en una estación espacial que se mantiene en constante suspensión sobre Nueva Delhi a varios miles de kilómetros de altura, conectada con la superficie mediante un ascensor supersónico de la hostia. Flipa. 

Y eso nada más que para imponer. Y allá que va el viejo.

Acabo de espoilearos las dos o tres primeras páginas. A partir de ahí se desarrolla una de las historias de ciencia ficción más frenéticas que he leido. La trama maneja ideas ya trilladas del género, (mamando mucho de las tropas espaciales de Heinlein), pero de un modo original y dando un punto de vista diferente, sin dejar de aprovechar el potencial que tienen este tipo de "space operas" para denunciar ciertos comportamientos humanos que han tenido lugar a lo largo de nuestra historia (siempre y cuando el lector sepa leer entre líneas). 

Además, el autor se sirve de un lenguaje bastante cinemátográfico para imprimir agilidad a los diálogos y para describir los diferentes escenarios donde tiene lugar la historia, y aderezado con chistes tan finos que más de una vez le provocaron a servidor una sonora y solitaria carcajada en medio de un atestado autobus.

Os animo a que os leáis la vieja guardia, que se tarda dos tardes en leerla y tiene tres secuelas igual de extensas y entretenidas. He dicho.

"El misterio de la casa Aranda" (Victor Ros #1), de Jerónimo Tristante


Una genial presentación del personaje de Víctor Ros. Me había leido la segunda parte antes que este y ahora entiendo mucho más al personaje. Los datos con los que se recrea la Madrid decimonónica están concienzudamente contrastados, y el protagonista se desenvuelve a la perfección en ese entorno. 

No suelo leer novelas de detectives, pero me atrevería a decir que no una novela típica. He visto a personajes profundos y un protagonista que va más allá del chascarrillo fácil y la resolución del caso en el último minuto (aunque también lo haga xD). Sin embargo, las explicaciones que dan los buenos de cuán astutos han sido para urdir una trampa para los enemigos; y también las de los malos, cuando dan una confesión de varias páginas, me han parecido un poco forzadas. Yo lo hubiera soltado un poco más paulatinamente, pero igualmente esto no merma en absoluto la calidad de la historia.

En resumen, una historia muy entretenida, divertida de leer y que se merece las secuelas que tiene y la adaptación que le ha hecho Televisión Española (aunque sin los planos e iluminación tan cutres).