WACKEN 2009 (3ª parte): Segundo día



¿Qué mejor que desayunar al compás de NAPALM DEATH? yo creo que hubiera estado mejor si se hubieran cumplido los horarios preestablecidos y hubiéramos desayunado al son de Suidakra, pues eso es lo que indicaba el programa. Para la próxima vez espero que la organización piense en aquellos que se quedaron durmiendo tranquilamente pensando en que verían a los pioneros del Grindcore a las 11:00 del Sábado... No obstante sólo tocaron tres cuartos de hora, y encima yo me fui a ver a lo que quedaba de Windir, y es que VREID tocaban simultáneamente en el Black Stage. A este me acerqué por curiosidad, y salí gratamente sorprendido.


De ENDSTILLE vi el final, aunque sinceramente no me reconcome la conciencia, pues no es el ese tipo de Black Metal un estilo que me guste (cuánto menos que me apasione), tan solo me acerqué por curiosidad, y para encontrar con suerte algún montículo desde el que se pudiera ver bien el concierto de GAMMA RAY, heroes de mi infancia metalosa. Tras una corta espera el tito Kai y los suyos salieron a escena arrancando de sus instrumentos las melodías que conformaban "Heavy Metal Universe", seguida de “New World Order”; y antes de acabar la canción, sonó ese famoso riff de "Gorgar" (de los tiempos en los que Helloween hacían buena música) que siempre utilizan para dar paso a "Ride The Sky".


Este fue el primero de los Medleys que hicieron durante su concierto, que si bien sirvieron para acortar las canciones, también nos ofrecieron la oportunidad de paladear una mayor cantidad de clásicos como son "Future World" y "I Want Out". El setlist hubiera sido bastante rutinario de no ser porque incluyeron una canción nueva llamada "To The Metal", perteneciente al disco homónimo que sacarán en Febrero… Lo cierto es que me pareció una canción bastante fea (espero que sea lo peor del póximo disco), aunque eso no me impidió ver y disfrutar de Gamma Ray jugando en casa. Quién le diría a mi niño interior que la cuarta vez que los viese sería a setenta y cinco kilómetros del hogar de Kai Hansen… Doy fe de que ese renacuajo podrá morir tranquilo.


Setlist:

Heavy Metal Universe
New World Order
Rebelion in Dreamland / Man On A Mission
Into The Storm
Heaven Can Wait
To The Metal
Gorgar / Future World / I want Out
Somewhere Out In Space
Send Me A Sign

Al rato Vicky me lió para que fuésemos a ver a TRISTANIA, que ni me van ni me vienen; suerte que yendo para el Party pasásemos por un puesto de comida tailandesa y que, por consiguiente, unos noodles me hicieran más llevadera la actuación de los góticos noruegos. Mirando el programa leí que Gamma Ray iban a estar en la carpa de firmas sobre esa misma hora, así que no hubo más remedio que sacrificar la actuación de NEVERMORE con tal de que, por fin, después de haberlo visto cuatro veces en directo, el señor Hansen me firmara aunque fuesen los calzoncillos. Para variar, la cola era insultantemente larga, y me avergüenza afirmar que nos quedamos a unos pocos metros de poder entrar al pasillo en donde los miembros de la banda repartían posters firmados y se hacían fotos con los fans. Quizás a la quinta vaya la vencida…

Una cerveza en el Wackinger me ayudó a consolarme y me llenó de ganas de ir a ver a AIRBOURNE, los australianos que les están intentando arrebatar el trono a los ya veteranos ACDC. Era el segundo año consecutivo que tocaban en Wacken y esta vez la gente había acudido a verlos en mayor número. Tanto fue así que creímos mejor intentar los propio con DRAGONFORCE, que tocaban a la vez en el Party, pero el apelotonamiento era inversamente proporcional a las ganas que teníamos de verlos, así que fuimos al camping a hacer tiempo hasta que empezase la siguiente banda interesante.

De camino hacia allí, nada más entrar en el camping B, nos encontramos a dos tías comiéndose el morro lenta y apasionadamente. No sé si estarían drogadas o algo, pero les importaba una mierda que pasase gente alrededor; de hecho les importaba tan poco que empezaron a meterse mano a lo bestia. Como no, fui corriendo comunicarle a Antonio (que estaba en su tienda) la noticia de que teníamos un live show gratuito a menos de 50 metros.


No tardaríamos ni un minuto en volver al lugar de los hechos, pero al parecer fue suficiente para que se formara un corro de 20 tíos babeantes alrededor de las chicas, que en ese momento ya se habían desecho de sus sujetadores. Las muchachas no tenían mucho, la verdad, pero ver a veinte alemanes cantar al unísono "Shoooow meeeee yoooooour tits tits tits tits..." fue verdaderamente impagable xD

En fin, volviendo al tema: llegado el momento no éramos muchos los congregados en el WET para ver a los dubaitíes NERVECELL, ya que muchos estarían pillando sitio para ver a Motörhead y otros tantos en el medieval disfrutando del espectáculo de SWASHBUCKLE, quienes aseguraron que los piratas californianos la liaron pardísima (sacaron a gente disfrazada de loro, de tiburón, etc, PORNO hablar de los innumerables circle pits, walls of death…). No obstante los saudíes que yo ví se marcaron un concierto de órdago.


En cuarenta y cinco minutos les dió tiempo a realizar una breve síntesis de sus dos únicos discos de estudio, aunque en especial del último, "Preaching Venom", del que tocaron temazos de la talla de "Flesh and Memories" o "Vastlands of Abomination" sin olvidar sus propios clásicos, como la machacona "Demolition", todos ejecutados a la perfección, y con un grupo totalmente sincronizado. Antes de partir agradecieron encarecidamente nuestra presencia y afirmaron estar flipando por el hecho de haber ascendido tan rápido en los estratos del metal, al menos lo suficiente para estar tocando en el festival más importante del mundo. Toda una lección de humildad, que acompañada de un brutal sonido, conformaron uno de los conciertos más redondos (y más exclusivos) del festival. Aunque salimos de allí sordísimos.

El concierto de MOTÖRHEAD por su parte juntó a una cantidad de fans comparable a la que reunieron los Children el año anterior en ese mismo escenario, pues era imposible acercarse a menos de 300 metros del gran Lemmy y las jamelgas ligeras de ropa que bailaban a su alrededor esquivando las llamaradas que emanaban del proscenio. La densidad de público en ese momento podía superar fácilmente las cinco personas por metro cuadrado, así que fuimos a echar combustible para ver a ciertos mentores del death melódico de Gotemburgo sin preocupaciones.

Desgraciadamente, la pésima planificación del horario por parte de los organizadores me obligó a sacrificar el concierto de EPICA con tal de ver a IN FLAMES desde una posición "relativamente" aventajada. Por suerte Vicky no pensó como yo y se fue a ver cómo los holandeses estrenaban guitarrista. Por lo visto fue un conciertazo, no como el cuestionable show de In Fames... ¡Uy! ¡qué errata más inorportuna! en realidad no estuvieron TAN mal como para decir que estuvieron "infames", pero sí que fue uno de los conciertos que más polémica levantó respecto a la calidad del sonido del festival, ya que parecía difícil de creer que a unos les pareciera el mejor concierto de su vida mientras que a otros les pareciese un robo a mano armada... Cuando pusimos nuestras opiniones en común, los que estábamos más lejos del escenario coincidimos en una cosa: en que el sonido se lo llevaba el viento, literalmente. Era soplar una ráfaga y el volumen variaba notablemente.


Pero a lo que íbamos: como iba diciendo yo estaba a tomar por culo, pero lo suficientemente cerca como para apreciar el espectacular escenario que montaron. Varias pantallas de Leds colgaban del letrero dónde ponía Black Stage, y otras tantas situadas a ambos lados de la batería. Estos recursos aderezaron con luz y color un show en el que, a mi ver, fallaron las ganas de los artistas y el setlist elegido, basado casi enteramente en sus dos últimos trabajos. Sí, yo soy uno de esos de los que sólo le gustan los discos viejos de In Flames, ¿pasa algo?

Por suerte o por desgracia llegaba el momento que había estado esperando mientras repasaban todo su nuevo material. De repente Anders nos ordenó que saltásemos, y eso fue lo que hicimos al ritmo del himno que empezó a sonar a continuación: "Only For The Weak" hizo botar a todos los allí presentes con sus alegres acordes iniciales. Servidor, como uno más, no podía evitar unirse a esa ingente multitud extasiada en su repetido intento por tocar las nubes. Hubo un momento en el que, por curiosidad, paré de saltar para comprobar el seísmo que esos 50.000 jubilosos metalheads estaban causando (no me extrañaría en absoluto que al día siguiente hubiera un tsunami en las antípodas de Wacken). No obstante el señor Fridén la cantó con un registro melódico, y no una mezcla entre eso mismo y la voz gutural. Y me da igual que en directo lo suela hacer así, porque a mí me destrozó una de mis canciones favoritas.

El resto del concierto hubiera transcurrido sin sobresaltos (para mí) de no ser por "My Sweet Shadow" y el despliegue pirotécnico que les sirvió a los suecos de despedida. En conclusión, un recital (repito, a mi ver) bastante mediocre, pero que consiguió arrancarme una lagrimilla cuando sentí en mi cara el calor de las lejanas y descomunales columnas de fuego que en ese momento se erigieron por encima de las torres de sonido, seguidas de cerca por la orquesta de colores que constituían los fuegos artificiales que escupía el escenario principal…


... Fue un momento Wacken en toda regla, un momento en el que una extraña empatía te conecta con todos los que están a tu alrededor y, sin razón aparente, te fusionas con el sentimiento que sabes que todos están experimentando también… Es algo difícil de describir, simplemente entras en la dimensión que es Wacken, dónde el buen rollo y la buena música imperan sobre todo lo demás. Un recuerdo que se archivará en mi memoria junto a "Farewell" de Avantasia (en 2008), cuando una suave melodía de flauta levantó y balanceó los brazos de una multitud que consiguió recrear un tranquilo océano de manos.

Quince minutos separaban el final de In Fames (juas juas) y la salida a escena de la queridísima DORO Pesch, por lo que la gente empezó a emigrar al escenario de al lado dejándonos sitio para adentrarnos en las primeras filas y aguardar, desde una posición (esta vez sí) aventajada, a que Johan y sus demás vikingos nos deleitaran con su esperado espectáculo.

Pero para mi sorpresa, Doro hizo temblar el cielo y la tierra nada más salir de su garganta la primera nota de "Für Immer", una canción que pese a no ser demasiado cañera caló hondo en los presentes, incluido en un servidor, quién no tenía más remedio que acechar desde una perspectiva lo suficientemente oblicua como para que las pantallas gigantes supusieran la alternativa perfecta a la tortícolis. Y pese a que la Doro que veíamos en las pantallas no era más que una imagen reflejada, el sonido le hacía temblar a uno el pecho (el volumen era absolutamente brutal); una sensación impactante que contrastaba muchísimo con la poca capacidad que mostraron In Flames para exprimir los altavoces.


No es que sea un gran admirador de esta mujer, pero fue un rato inolvidable; por esa misma razón sólo distinguí muy pocas canciones, como “Für Immer”, “I Rule the Ruins”, la versión de “Breaking The Law” y el himno obligado para cerrar: “All We Are”, que fue celebrada al unísono por toda la comunidad metalosa allí congregada. No obstante, he encontrado por ahí este setlist que seguro que no deja indiferente a ningún fan:

Für Immer
I Rule the Ruins
Burning The Witches
True As Steel
The Night Of The Warlock
Fight
Above The Ashes
Burn It Up
Celebrate (with Sabina Classen)
Breaking The Law (Judas Priest cover)
All We Are

Y mientras la tetona teutona (no podía evitarlo xD) nos agradecía la presencia y se despedía en todos los idiomas que conocía (verídico), los pipas ultimaban los detalles del escenario de los cabezas de cartel del Black Stage: la proa de un drakkar servía de tarima para apoyar la batería, y por encima de esta colgaba lo que parecía ser la vela del navío; mientras que a los lados se dispusieron unas vallas de madera como si de una fortaleza se tratase. Todo esto en su conjunto conformó el contexto ideal para que numerosos actores imitasen a caballeros medievales chocando sus espadas mientras los suecos AMON AMARTH movían sus cabelleras en sentido antihorario al ritmo de sus composiciones.


Y cómo había sido habitual en su último periplo europeo, abrieron con "Twilight of the Thunder God" y fue entonces cuando fuimos verdaderamente conscientes del riesgo al que estábamos expuestos: estábamos en la tercera fila, de uno de los dos escenarios principales, en Wacken, con 40000 personas a nuestras espaldas... Y otras tantas (bueno, quizás menos) que pasaron por encima de nuestras cabezas. Cada cinco minutos debían de pasar al menos tres crowd-surfers a los que sostener en volandas si uno no quería verse aplastado por un saco de carne (y barro, mucho barro) de 80 kilos de peso (mínimo). La mayoría de esta gente con botas militares, y unos pocos con kilt y "en plan comando"... Esto te obligaba a estar constantemente pendiente de la retaguardia, para que encima no te pillara de sorpresa.


Volviendo al concierto... ¡¡¿¿Pero qué concierto ni qué hostias??!! ¡¡yo estaba luchando por mi puta vida!! no tenía más remedio que oir las canciones mientras defendía mi cabeza y la de Vicky. Del setlist sólo puedo decir que fue una receta de cuyo sabor estoy ya un poco cansado. Hubo cinco temas del último disco, tres del anterior, "Victorious March", "Pursuit Of Vikings" y "Death In Fire". Nada de "A Fury Divine", "The Last with Pagan Blood" o alguna que otra golosina para los paladares más exquisitos. No, tuvieron que tocar lo mismo de siempre...

En realidad fue un buen concierto ¿vale? lo único que la próxima vez me dedicaré a admirarlos desde cincuenta metros de distancia como mínimo... Entre otras cosas porque en "Victorious March" la situación era ya insostenible. Tenía las pelotas tan hinchadas que mantenía a flote a los que pasaban por encima de mí a base de puñetazos. Por si el agobio fuera poco, solo faltó que me pegasen una patada en la cara y perdiera las gafas... Yo no tuve otra que resignarme, pues a ver quién es el valiente que se agacha a cogerlas en esa situación. El caso es que a Vicky pareció joderle el triple que a mí y casi mata a patadas a un gigantesco alemán al que nadie sostuvo, y que cayó al suelo poco antes de que empezase a sonar la última ("Death In Fire"). Fue durante el principio de esa canción cuando huimos literalmente de la masacre final, en la que hubiera rodado la cabeza de mi queridísima (y sorprendentemente violenta) novia.

Setlist:

Twilight of the Thunder God
Free Will Sacrifice
Asator
Guardians of Asgaard
Varyags of Miklagaard
Runes To My Memory
Live for the Kill
Victorious March
The Pursuit of Vikings
Cry of the Black Birds
Death in Fire




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