En el mundo creado por Hugh Howey la gente vive en un rascacielos enterrado en la tierra al que llaman “silo”. Cada piso desempeña una función crucial en el funcionamiento del mismo (cafetería, guardería, granjas hidropónicas, suministros, mecánica…) sin la cual el orden establecido se vendría abajo. Todos ellos se encuentran comunicados con los demás por medio de una escalera metálica en espiral que atraviesa el silo de arriba abajo.
Cuando el autor nos lleva de la mano por la gigantesca estructura, podemos apreciar cómo los estratos sociales coincidirían prácticamente con los estratos terrestres, literalmente. En los pisos superiores se encuentran los apoderados, y en las profundidades de la tierra, los obreros. Para los habitantes, un “viaje” significa subir o bajar peldaños, y una vez en su piso de destino pueden apreciar diferencias culturales como las que podría haber entre una ciudad que está a 200 km de la otra.
Todos viven sin poder aludir o cuestionar libremente el propio origen del lugar en el que viven, que no es sino el efecto de las condiciones que se dan fuera de él. En el exterior, el aire es tóxico, y la meteorología, extrema. En el piso más alto tienen una pantalla que retransmite en directo una imagen de la llanura por la que se accede al complejo (en la superficie), la cual está sembrada con los cadáveres de aquellos que han sido condenados a “limpiar”…
Y paro que estoy diciendo demasiado. El libro se estructura en cinco relatos (ordenados cronológicamente según fueron publicados en amazon, de manera independiente), y cada cual supera al anterior en duración y complejidad, pues cada vez vamos viendo más puntos de vista de los hechos, y vemos como se amplía el universo en el que tienen lugar.
A mí personalmente me ha gustado tanto que una vez retomé la lectura, casi no pude soltarlo. Tiene algunos pasajes en los que parece que te estás ahogando al leértelos, y los numerosos cliffhangers del final de los capítulos hacen imposible cualquier pausa. Al final se atan algunos cabos y otros se dejan sueltos para que las secuelas (espero) concluyan lo emprendido con esta genial novela.